Desde
pequeña he oído decir en casa “que no se pierda un talento por falta de medios
económicos”. Ese era el lema de mi padre y está enraizado en la génesis de
Microlog, empresa que nació al servicio de cualquier niño con ese talento
latente por desarrollar. Y sí, fue de la mano de la tecnología y a la vez
también me acostumbré a escuchar, “con los kits de Microlog en el aula
normalizamos el trabajo en equipo, la colaboración entre alumnos, la
estimulación de la creatividad…” Y yo me pregunto: ¿no es eso liderar? Pues
inspirada en Microlog diseñé un curso de liderazgo y luego otro y otro y otro… y así nació Lidero, una plataforma de
liderazgo que persigue democratizar ciertas formas de hacer que nos humanizan
como personas, que crean equipos más potentes, empresas más íntegras y por ende
una sociedad mejor. Gracias Microlog.