"Antes
muerte que cansancio. No me
sacio de servir. No me canso de
gozar". Nada más y nada
menos que el mismísimo Leonardo
da Vinci nos regala esta brutal
perla. El genio por excelencia
sintetiza las claves de una vida
dedicada al aprendizaje: guerra
explícita a la apatía y dejadez,
y bienvenida sonora al servicio
y disfrute.
Lo
cierto es que la biografía del
polifacético italiano da mucho
que pensar. Circunstancias de su
tiempo, era hijo de bastardo,
hicieron que su aprendizaje no
discurriera por los cauces
habituales. ¿Resultado? A la luz
de su obra -pintura, escultura,
anatomía, biología, física,
geología, ingeniería...- parece
que fue un acierto del destino.
¿Sus anclajes? Comparto algunos
a vuela pluma:
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Se apoyaba en sus pasiones -naturaleza, observación, dibujo...-
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Se daba a si mismo espacios para pensar, sus largos paseos eran famosos.
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Se arriesgaba. En su primer trabajo, parte del Bautismo de Cristo en el taller de Verrochio, incorporó por iniciativa la técnica de pintura al óleo.
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No forzaba los ritmos naturales, no pintaba una cara hasta que encontraba la expresión que buscaba. Esto le causó un gran retraso en La última cena, con el consecuente descontento durante el proceso de su mentor Ludovico el Moro (aunque le retrasó los pagos Leonardo no sucumbió).
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Se apoyaba en la realidad. El estudio de lo que le rodeaba era una constante.
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Innovación constante, le caracterizaba la falta de conformismo.
-
Orientación práctica, la fundamentación de muchos de sus inventos aún persiste.
¿Qué hubiera
pasado con su mete y espíritu si
se hubiera visto sometido al
sistema tradicional?
Sinceramente no tengo ni idea,
lo que si me inquieta es que
hoy, medio mareados con el azote
de la crisis, no matemos al
pequeño da Vinci que todo niño
tiene en su interior. Sean estas
líneas una invitación a mirar
más allá de recortes, reformas,
legislaciones... aspirando a que
todo lo que se haga tenga como
inspiración preservar, fomentar
e impulsar a nuestros jóvenes un
espíritu crítico, de excelencia,
pragmático a la par que
elevado... que será el mejor
resorte, no sólo para sacarnos
de donde estamos, sino para
construir una sociedad más
civilizada y libre. El reto para
todos -políticos, docentes,
administrativos, padres,
alumnos...- está servido.
Ha sido una casualidad o está en el ambiente que es una pena que dejemos perder la creatividad con que nacen los niños. el caso que en mi blog hoy casi simulameamente he tratado el mismo tema http://felixmaocho.wordpress.com/2012/04/28/creativity-hospital-ensenan-a-despertar-nuestra-creatividad/
ResponderEliminarYo de pequeño tune la suerte de tener un gran Meccano que aun conservo, con el construía todos los artilugios que necesitaba en mis juegos. Creo que me ayudó mucho an el desarrollo de mi cretividad. Por desgracia es un juego muy caro, por ello estoy tratando de hacer otra cosa similar en madera que resukte más económica pero que permita con pocas herramientas hacer lo mismo que hacíamos con el Meccano, ofrezco a Nicrolog toda mi experiencia por si quiere desarrollarlo.
Muchas gracias Felix,
ResponderEliminarCreatividad tiene mucho que ver con rescatar lo esencial. Las coincidencias en lo troncal, lo básico y nuclear no hacen más que ratificar la senda del crecimiento. Contentos y abiertos de compartir tu experiencia y poder ponerla a disposición en las aulas. Un abrazo fuerte,
Mª José Sánchez