domingo, 4 de noviembre de 2012

LLUVIA

Por Mª José Sánchez
corporativo@microlog.es

La lluvia golpea mi ventana. De la misma manera, ciertos pensamientos visitan mi mente. ¿Qué pasa a mi alrededor? ¿Por qué la mediocridad, la negación, el egoísmo... triunfan? La naturaliza, que es muy sabia, nos lo muestra con múltiples ejemplos. 

Si en un recipiente metemos un líquido blanco, sólo necesitamos una gota negra para tornarlo en gris. Si en un estanque reina la calma, solo hace falta tirar algo en cualquier punto para romper la armonía. Si una sala es acogedora por el silencia, solo hace falta una vez incómoda que lo rompa. Si vemos a alguien correr con gracia, una zancadilla bien puesta puede causarle una grave lesión. 

¿Por qué cuesta tan poco deshacer y tanto construir? No tengo la respuesta, lo que sí barrunto es que hay una línea moral (del latín moris -costumbre), entre quiénes optan como aproximación vital por construir, crear, aportar valor y quiénes se valen de la treta, de las malas artes, de la difamación, de la falta de honestidad para escalar posiciones. Lo malo es que los segundos lo tienen más fácil que los primeros. 

¿Qué hacer ante un competidor que soborna si no lo puedes demostrar? ¿Qué hacer ante un compañero que miente sobre tí a tus espaldas? ¿Qué hacer ante una cliente que se aprovecha de su posición relevante? ¿Qué hacer ante un gobernante que saca partido de su cargo en lugar de servir a la comunidad? ¿Qué hacer ante un testigo que miente en un juicio?...desgraciadamente la lista podría ser interminable. 

Una vez un directivo me dijo: "a las cumbres llegan dos tipos de personas, los reptiles y las águilas". ¡Ojalá tenga razón y los que optamos por humanizar esta sociedad endiablada tengamos nuestro lugar! La verdadera educación tiene mucho que decir al respecto.

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