Tengo entre mis manos Despierta el Gigante que hay en ti, un clásico de Anthony Robbins. Reproduzco una cita textual suya, "El secreto del éxito en la vida es aprender cómo usar la pena y el placer en lugar de que la pena y el placer te usen a ti. Su lo haces, controlarás tu vida, Si no, la vida te controlará a ti". Siguiendo esta máxima:
¿Qué me produce pena?
Ver una sociedad desgastada, sin ilusión, sin vida, resignada a lo que venga, atrapada en un espiral suicida... a la deriva.
El mal por el mal, el egoísmo, los egos descontrolados, la mentira, los dardos emocionales. La falta de altura humana. La gente que para ser más persigue como objetivo vital destruir el talento que hay a su alrededor.
¿Qué me produce placer?
Ver una sociedad imperfecta pero con rumbo, culta, ambiciosa, estimulante, que lucha y pone a la educación en un lugar protagonista.
La bondad, la generosidad, la sonrisa. Ver a alguien a quién le brillan los ojos porque disfruta con lo que hace. El talento, las ganas, la determinación, la locura ingenua de los niños vivida en un adulto, la gente que sueña y que a través de imposibles consiguen transformar el mundo para mejor.
Identificadas ambas, esquivo la pena y busco el placer. Dos ruegos,
Los políticos, padres, hijos... tomemos la calidad educativa como aspiración innegociable. El pensamiento crítico, la altura de miras, idiomas que hablan miles de millones de personas (inglés, chino...), aprender experimentando (todo ser humano tiene una cita ineludible con la acción)... ojalá estuviéramos hablando de todo esto en lugar de utilizar la educción como herramienta de poder.
A titulo particular, ¡qué algunos agoreros se queden en casa y no maten la VIDA y ganas de los que aspiran a que vivir se a mucho más que sobrevivir! Mientras tanto, una modesta petición: si sale a la calle, sonría por favor. Es gratis y alimenta el espíritu.
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